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domingo, 20 de diciembre de 2009

Ella un sonido

Una vez oí un sonido irrepetible
que no pude nombrar nunca
se vació de rostro
se escapó de la historia
una mañana fría

Cruje una rama, crepita un fuego
golpea una gota contra la chapa
y lo busco, pero nada

Una vez oí un sonido irrepetible
la tengo todavía en mi ternura
es decir que no la tengo
un abrazo abierto
un beso respirado entre bocas
intactas, a lo sumo,
pero nada

Sin embargo, un segundo la tuve
irrepetible y sonora
me hizo temblar
en un silencio

Ahora casi nunca tiemblo
algunas músicas que no existen
me hacen pensarla

Una vez la oí en un sonido
que permaneció sujetado
a una huella inmóvil del tiempo

Es tan triste quedarse así
sordo de los afectos
y ver al alma triste dando
últimos manotazos de ahogada


(matías)

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Orfandades

Toda belleza es huérfana y desea,
bellamente, regresar desde sus orfandades


La tierra estuvo antes del polvo
y aun después continuó estando
el río dio loco contra el primer peñasco
y saltó a la luz una espuma macilenta
apagada como lágrima de un ojo

Una tarde de jueves y otoño cansado
yo nací a la memoria
nací al olvido
y sigo todavía naciendo
como el polvo indefenso
como la espuma huérfana del río
en la búsqueda de todos los vientres
que un día no me albergaron.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Estoy trabajando

Para ella trabajo ahora
nada más que para ella
ni para la posteridad
ni para la poesía
para ella
trabajo desde el crepúsculo
hasta el pájaro
abnegado solitario
con la lluvia golpeando
en mis papeles
y el viento azotando
los postigos del alma

Trabajo para ella
debajo de su intemperie
o de su escaparate
como si no hubiera nada
más allá de sí
la hago mientras ando
cuando camino
cuando sueño
y aún respirando
la sigo haciendo
a cada bocanada
con cada pulso
cuando late conmigo
cuando tiemblo con ella
y de ella
no hago más que darle nombre
en mi cuerpo
formarla en mi sangre
incrustarla en los huesos

Para ella trabajo
tengo palabras de su pelo
palabras de sus ojos
trabajo para salvarla
ni siquiera para mí
trabajo para ella
para darle un cielo
un refugio un amparo
para echarla a que ande
quiero que ella no esté aquí
cuando todo pase

Para eso estoy trabajando
para que sea sencillamente feliz
para que no se muera
para evitarle los domingos
los ómnibus y los pies mojados
y ese segundo de sentirse vencida
en el eco triste de un cuarto
Estoy dispuesto a asumir
todos sus dolores y nostalgias
aún en su ausencia
en lo que tienen de suyo
mis soledades
trabajo de sentir frío
para abrigarla
ustedes van a entenderme
trabajo para ella
y cuando digo trabajar
quiero decir, amarla




(matías)

domingo, 6 de diciembre de 2009

Hambres

Qué hambre debe tener el absurdo
para tragar tanto
para engullir tantas noches vacías
tantas de estas soledades
desabridas y vagas
en las que uno no sabe
si el problema es un lugar
o son todos los lugares
soledades para las que el exilio
no cuenta
ni cuentan los arraigos
estas soledades lánguidas y ubicuas
que se dispersan fantasmales
que todo lo empapan
con su atmósfera de domingo
con su pullover frío y mojado
y las llevamos en los ojos
para todas partes
Qué hambre debe tener el absurdo
para que yo escriba
y tragar mis letras a caudales
y dejarme triste síntoma de la vida
qué hambre para alejarnos tanto
qué voracidad implacable y lenta
hambre de trabajos
hambre de viajes
hambre de horizontes cansados
de ganas y de sueño perdido
de besos y despedidas fugaces
hambre de reuniones familiares
de amigos de fotos
hambre de estar allá
en tal o cual lado
haciendo alguna cosa
hambre de todo
hambre de nada
debe estar lleno de hambre el absurdo
chorreando rabia por los ojos
espuma por sus fauces
para sacarnos de nosotros mismos
y enseñarnos la finitud de nuestras inmensidades
lo tontos que somos ahí sentados
derramando una lágrima
pero nosotros no lloramos de nada
como llora el absurdo
nosotros lloramos de hambre
aunque nos devoren los momentos
tenemos la misma hambre
o una más urgente todavía
no lloramos de falta
no somos glotones de ausencia
lloramos de hambre aunque nos traguen
tenemos un hambre más noble
un hambre de chances y disparates
de azares, abrazos y aventuras
hambre de que los planes, por fin, nos salgan
y de estar menos solos con nuestras soledades
tenemos un hambre de tiempo también
de que las cosas no pasen
tenemos hambre de futuro
hambre de amor
hambre de verdades
tenemos esto que ahora mismo somos
y mientras nos tengamos
tendremos suficiente hambre
para comernos todo el absurdo
que a cada segundo nos traga.


(matías)

domingo, 29 de noviembre de 2009

Confluencias de noche

El ejército va en el tono, lento lunar, ondulando depresiones y puntas, sosteniendo el elástico de lo humano con broches esporádicos, aferrados con inconstancia a una línea de fuga invisible. Las huestes van revelando un paisaje liado con jirones desunidos, abismando una bandada de pájaros en caída oscura, dentro de un vaso.
A su desembarco terrible, se estrella la noche contra el whisky dilatado en los cristales. Estallan los colores siniestros despojados del negro errante, y la negritud se hunde en un ocre como pis de gato célibe, se disuelve. Se calientan las visiones de los ciegos en el amiláceo fermento y la lluvia, el llanto alado de la muerte, destila caoba de antigua clepsidra, y mañas nocturnas de animales.
La postrer herida del crepúsculo afirma el canto taciturno, afirma el desvelo, que le concede el arraigo del desposeído a la noche, la paternidad de un no padre. Y la noche se aloja en el vaso con la lluvia. Un alma de alcohol horada los pulmones que no respiran, el orbe complejo se esparce como harina sobre un mármol. Para amasarlo, y deshuesarlo, y dolerlo en la noche absorbida. La opacidad es caterva que se vierte marchante sobre el cuarto, embebida en maíz y centeno y labranza. El orbe tortuoso desgarra con su lanza las membranas apócrifas de lo antaño creído, se clava, tan profundo, tan encarnizado, tan fiero y raído como la nada.
La harina se mezcla, se debate en el mármol, y salpica azulejos en su danza conchabada con manos siempre precoces. Toma forma la fécula sobre el mármol, de monstruo ciclópeo, de palabra callada. Se cosen las bocas que gritan a la noche su aura. El whisky envejece en olorosos toneles blancos hasta la reconversión que obramos paladeando su ambrosía. La lluvia es una vieja fría que rehúsa el traspaso, legionaria.
El ejército va en el tono, en la lúgubre armonía que estructura la resistencia harto cansada. La harina se transfigura siempre sobre la sombra del mármol, a la vera de su implacable vigilia. El roble cajonea invariablemente el destilado amarillo, en las catacumbas de un tiempo fragmentado. Quiero decir que el vértigo del fin asiste a lo creado, que cada ejército enfilado enhebra un nacimiento. Las cubas trepidan con el diluvio enharinado, y, aunque la reconversión obre al término de la alameda, nadan en el fermento vital el hastío y el espanto. Y de cuanto hay para sobrellevarlos, hasta que mutamos como líquido esperanto del universo, hay iguales espejos apostados, hechos siempre de mármol, cubiertos de harina y de rayos bermejos.

(matías)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Los días

Viene de la rabia la tristeza
es luz, se apaga
son dos golpes de agua
sobre el rostro oscuro
Cuánto de lo que hay estalla
en nubes de rabia
en charcos de tristeza
sino todo lo que estalla
Se levantan los rostros
mojados
hacia la bóveda del cielo
Hay dos puños ascendiendo
al final de la tristeza
hay la rabia del comienzo
El día empieza,
empieza,
y es tan nublado.

(matías)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Incertidumbre

Espero a que venga
quién viene, Qué viene
no lo sabe mi esperanza
que es pobre esperanza
de anémica espera
estoy esperando el alba
el crepúsculo la madrugada
y nada de todo eso junto
yo puedo esperar cosas que llegan
aserrines, virutas, desde la falta
astillas del vacío
fibras de galaxia
el crepitar sordo de un fuego
yo puedo esperar lo que espero
y también puedo
no estar esperando nada

(Matías)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Circularidades

Te guardan te aguardan conmigo
los rostros que no pueden ser espejo
las ruinas desfloradas de tu corazón tardío
que juntos caminamos caminaremos
y aun los espacios de bujías agonizantes
nos guardan
atesoran la silueta de nuestros esternones
hinchándose en la tiniebla de la pasarela
muy despacio las sombras
trepan flores de estío anudadas con celeste
lazos primeros en bienvenir el alba
cuantas son las heces del fruto pasado
que se baten en esta desolada bahía con soles
no más, ya no quiero, señorita
el álamo perdido, los gorriones de la infancia
todos se levantan vencidos en un párpado
y nos guardan nos aguardan con sigilo
las manos estrechadas en esta decadencia
tan rancia y fermentada
que, considera la arboleda al final de la guarda
o las rodillas sumergidas en el vientre exiguo
¡Son dos tiempos que se tocan las extremidades!
nacemos y morimos en el mismísimo cuadro
la lluvia, el álamo, los gorriones que vienen
no más, ya no quiero recordarlos hacia delante
nadie va a salvarnos de nuestra úlcera morosa
excepto los tibios gusanos
que hacen vida del otoño
excepto tu corazón triste desflorado y el mío

(matías)

lunes, 26 de octubre de 2009

Sin mí

Allá me encontré muerto de mí
apuñalado por mi sombra de mí
en un charco de sangre trabada
con la piel absorbida a los huesos
todavía las entrañas palpitando
y mi rostro inmóvil eternizado
en súplica bajo el puñal Fulgurante
de mi asesino
Allí fui muerto o muerto fui
muerto por mí, de mí, sin mí
hube de morirme
reseco como la tierra de enero
mi ramaje se vació de escombros
de sutiles esqueletos con alambre
y entelequias azules perdidizas
me morí de mí, morí, me, mí, de
estaba muerto ya cuando llegaron
no respiraba no punzaba el latido
me movieron me abrieron
dilataron mis pupilas en enjambre
y dejaron discurrir mi esencia
por un tubo metálico que daba a una zanja
yo mientras tanto los miraba
muerto de mí
ausente de mí
mi testigo sin mí
desde todas partes

(matías)

martes, 20 de octubre de 2009

Frágil

Hoy me siento, en el declive lánguido de este día
particularmente frágil
no de una fragilidad de mundo
nada que resuelva un especialista o una píldora
hoy estoy frágil de universo, de galaxias
de agujeros negros, de inmensidades
frágil de especie, de intemperie, de abismos
así vulnerado por todo lo que no entiendo
por todo lo que me interroga o descorazona
lo que se me presenta como inexorable
lo que me excede y trasvasa como lanza
hirviente, como un tiempo de agua
como el agua sin tiempo de un río caudaloso
devorando mi cuerpo como una sombra
esta tarde veo todo desde una cima
y el todo es tan pequeño
como la punta empinada desde donde veo
además pienso en todos los que me han dejado
tiemblan en mi sangre a esta altura
los que se han ido en el viento a ninguna parte
y siento de pronto un miedo irrefrenable
un espantoso miedo a que vos también me dejes
subiendo por mis piernas, ganando mis partes
no dejarme de mundo, otra vez
dejarme de universo, desampararme
quitarme no un techo sino el cielo gigante
dejarme ni siquiera en mí, ni siquiera en el espanto

(matías)

jueves, 15 de octubre de 2009

La pregunta

Quité una vértebra del andamiaje
por donde se clava el sol al horizonte
digo la tregua del ocaso a la sangre
esta inmensa víspera del ahogo
para saber en definitiva
si estas ganas urgentes
son de morirme o de no morirme
andamiaje perfecto del alba y la noche
te formulé la pregunta embarazada
la domesticada inevitable de los lunes
para saberme en la nube lo incierto
ni siquiera para abarcar el cielo vasto
apenas la hice por un techo de infamia
por un nombre a esta ruina
como rasguño en la roca inconmovible
dejé mi pregunta
a la vera de un río con olor a bóveda
que nace ya muerto a la vida

(matías)

martes, 13 de octubre de 2009

La soledad

Justo cuando se puede no estar solo
uno elige estar solo
estar reivindicando el derecho a la soledad
su condición
como un mártir inútil
Sabiendo la imagen de los otros juntos
y haciéndose uno más grande
a la sombra abandonada de esa imagen
Porque estar solo cuando los demás están solos
no deviene en virtud alguna ni en mérito
pues las soledades se tejen mutuas
y se forja en la ausencia una red de cercanías
Estar verdaderamente solo es elegir estar solo
es abstraer el cuerpo y el alma de la multitud
que convoca
La verdadera soledad es una soledad abnegada
que sabe siempre que puede dejar de ser
y aun así escoge la oscuridad de un cuarto
la distancia de un sofá apartado de la fiesta
el entendimiento distraído o la despedida anticipada
La soledad genuina no es azarosa
no es un don o un escarmiento de la providencia
es mucho más profunda
tanto como incierta el alma que
ante las luces del espectáculo
o ante el solemne vaivén de la vida
escoge morir sola prefiere vivir extraviada
La soledad genuina es un acto de rebeldía
en el fondo nadie quiere estar solo
pero a veces la compañía exige un precio caro
algo así como salirse de uno mismo
como reír sin ganas o hablar sin boca
y saber que el silencio desgarra
que no es posible ni deseable
y las miradas no se entienden
y los cuerpos se engañan
entonces uno acaba por sentirse más solo
entre tanta compañía aislada
entre tantos ismos errantes y vagabundos
que en el bosque más recóndito de la Europa nórdica
o en el frío más crudo de cualquier invierno
y de noche
La verdadera soledad se elige
como un acto urgente de búsqueda
porque nadie nunca quiere estar solo
y porque en el fondo intuimos que lo que el mundo
llama compañía
no es más que una triste sombra
de largas soledades que nunca se cruzan
que nunca se tocan se besan ni acarician
soledades largas que se deshabitan paralelas
como rieles fríos de acero, como vías del alma
nunca nunca


(matías)

domingo, 4 de octubre de 2009

Donde está la vida

Y quién soy todo eso
y qué es todo yo
acaso me digo
en un árbol una mesa
un silencio
se desnuda la imagen
la vida se recoge
caracol herido
carozo oxidado de viento
hasta los umbrales de sí
y así me pertenece
aunque no
así sucede
tan dentro
tan fuera de mí
que acaso me digo
en una mesa un árbol
un silencio

(matías)

viernes, 25 de septiembre de 2009

Huecos

Ahí están mis huesos huecos
mis pulmones huecos
mis tristes cuencas ahuecadas
y la oquedad de mi cabeza
están mis huecos rotos
en la concavidad de tu palma
desfallecidos desangrados
con la entidad de una nostalgia
que nadie salva en la noche
¿Por qué te empeñás en vaciarme?
O si no te empeñás
¿Por qué tu falta de empeño?
Ahora tengo los huecos en mis manos
como planetas o como lluvias
que se extinguen
en el hambre del universo
y me sigo preguntando qué pasa
conmigo
por qué me cuesto tanto
por qué estoy acá
diciéndole a nadie
que estoy lleno de huecos
qué soy en este poema
qué cosa soy que canta
y se angustia
vaya uno a saber
por qué no se sabe
y por qué algunos curiosean
y se entristecen con nada
en fin
decía al principio
que estoy lleno de huecos
y que nadie me salva


(matías)

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Interrupción y vuelta

Qué manera de estar en el insomnio es el mundo
con sus reflejos pálidos
con sus rostros de cielo
desde aquí abajo apenas un pájaro
sin destino que se abisma al relámpago
qué manera más rara de pasar por el desvelo es el mundo
Con sus fantasmas y tragedias
Con sus furias y desganos
podrían también haber no sido
despedidas y jamases, finales sin reencuentro
qué azarosa experiencia es el mundo, e incontable
nadie que venga sabe del mundo
como nosotros tampoco supimos
quizás solo algunos nos despabilemos en mundos
y otros letargos se interrumpan en huecos o silencios
o grandes baldíos nevados, quien sabe
qué lenta vigilia se deshace en la tiniebla
tantos párpados repitiendo el gesto al unísono
confunden a veces con el milagro
o lo confunden todo
pero el sueño avanza hacía una lenta caída
el sueño avanza, eso es cierto, nos gana la noche
y el otoño se cierne sobre el cántaro
los ojitos se cierran dulces amargos
nos queda la espina de haber sido otro algo
la cenicienta nostalgia de un fuego sumergido.
si acaso nos hubieran dicho los de antes
que esto incontable no tenía remedio
tal vez hubiéramos renunciado al sueño
antes de empezar a soñarnos
o hubiéramos antepuesto al mundo los baldíos nevados
los huecos, los silencios, para despertarnos entonces.
como sea,
qué triste sensación de estar atento es la vida
qué profundo nos irá a doler el saludo la espalda
al momento de apagarnos
porque a pesar de todo lo calamitoso lo indeseado
y a veces a pesar de nosotros mismos
con este desvelo de mundo siempre un poquito
al final nos encariñamos.

(matías)

viernes, 18 de septiembre de 2009

Lo irá

Lo irá, en un devenir plomizo, acomodando
el tiempo,
y junto al ungüento de los días aciago irá
su lamento.

Verá de la noche el abismo, de los largos días
el tormento,
se verá despierto en un lenguaje desalmado, sin brillo
ni acentos.

Deformará-lo, la pena agonizante y la lluvia
el devenir,
en que los ires se bifurcan deshabitados, lo que llamamos
la vida.

Será espanto y congoja, el ceñimiento a sí mismo
la pesadumbre,
aquel fanal de trabajosa herrumbre, irá sombreando
la lumbre.

De niño a hombre, de hombre a solo, de solo
a muerto,
nada más tiene por cierto el hombre que lo muerto
y lo solo.

Ensayarán las legiones oscuras infinitas consumaciones durante
el ser,
aún siendo este atardecer de febrero, y estando, en sí, lejos
la muerte.

Allí acudirán como agua a la simiente el llanto y el desamparo
el vacío,
la terrible sensación de un frío, que no congela ni aclara
el camino.

Y el amor acudirá, en los pozos más hondos que haya caído
con su mano,
tembloroso guano para fertilizar valles sombríos y destinos
profanados.

Pero irá todo en un devenir plomizo acomodando,
el amor,
Trenzado como cuero con espanto, y el calor diáfano
al llanto.

Las hebras olorosas parirán, a veces, dulces pájaros
con cantos,
que no serán nunca intensos tanto como la frugal blasfemia
del murciélago.

Así la sombra abrirá una vía cavernosa de no difícil pasaje,
el abatimiento,
y el humo de otros muertos, convidarán con un viaje
hacía adentro.

Cederá el hombre agotado, rendido ante las filas del tiempo,
la noche,
rodará boca abajo en los coches del entierro, y permanecerá, inmóvil,
la luna.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Justicia poética

Hasta cuando voy a ser tu testigo
tu juez tu apoderado
vagar por los tribunales largos
de tu corazón cansado
revolver tus expedientes
tus recusaciones tus descargos
hasta cuando voy a ser inocente de vos
cuando vendrán a culparme esos brujos
cuando será el día en que vos y yo
acusados condenados absueltos
estemos por fin en la misma causa

(matías)

sábado, 5 de septiembre de 2009

Cómo nos construimos

Y cuando vengan por mí
ya diré que no me pertenezco
que me he ausentado
hacía vos
que sos mi abismo
que te busquen para dar conmigo
las legiones huérfanas de mi paradero
los fantasmas que dejo al marcharme
que te busquen
es inexorable que vayan a buscarte
y que te encuentren
van a pedirte la mano, dala
echemos lluvia sobre el miedo
te querrán desnuda y frágil

Irás por mis ruinas humeantes
entre la sordidez de mis urnas
te llevarán donde veas
todos mis naufragios mis dobleces
todo lo triste que guarde
mis tristes vergüenzas
mis soledades acerbas
mis delirios oscuros
la serie de hombros recogidos
y cabezas gachas y párpados ceñidos
la pobresanta serie de mi historia

En la pasarela de mi olvido
vas a pararte
allí unos brazos van a desesperarse hacía vos
y unos rostros vacíos van a gritar un nombre
no los oigas, seguí adelante
ellos me quieren con ellos
no los oigas, quereme
mis niñas angustias tendidas
van a simular un llanto
no les creas, están secas de árbol
de otoño, no te detengas a mirarme

Vas a pasar por mí
por cada parte de mí donde ellos te lleven
vas a atravesarme por donde
me digo sin querer decirme
y si no te quitan la vida mis fantasmas
cuando asoman las flores y los cisnes
y si la tiniebla levanta y el sol se filtra
y vos desmoronada
lográs sin embargo sobrevivirme
acá adentro tuyo
te voy a estar esperando


(matías)

lunes, 31 de agosto de 2009

insuficiente

Todo lo que no seas es insuficiente
vago doloroso solitario
estoy tan perdido
que temo dar con aquel recinto
de rostros callados
y hasta en mis ojos
y hasta en mis manos
ya es insuficiente que seas


(matías)

jueves, 27 de agosto de 2009

La memoria

Nace un pájaro
en la voz ausente
acude la memoria.

caracteres que son
bajo el mismo sol de los siglos
epitafios huérfanos.

Construimos palacios
sobre la muerte
y allá nos amamos.

Alumbramos con velas
señales oscuras
y nos morimos de frío.

Tiembla el tiempo
en los umbrales del lenguaje
y el olvido hace lo nuevo.

(matías)

miércoles, 19 de agosto de 2009

viendo

Asisto a la indolencia de tus cristales
acristalada
baja el otoño o trepa al cadáver mudo
morosa de mi tiempo
te miro como miro al infinito
desde un vértice de la nada
y sin embargo los ojos se asfixian
se caen los párpados como balas
blindada
y transversa
horadando mi carne en diagonales
de sangre y falta
la liturgia se ensombrece
estoy extenuado de lluvias
de tristes guirnaldas
me vas fijando a una cruz remota
emboscada
voy perdiendo movimientos
ganando solemnidades
me afecta esta pobre vida
que se entumece
siempre detrás
de tus dolorosos cristales.


(matías)

lunes, 17 de agosto de 2009

Desvanecimiento

El charco de luna tinto
filtra las ventanas, la vid
sangrienta y blanca
te ultraja eterna.

Y te deshace, en un pozo de luz,
fúlgido holocausto, en que
las sábanas envuelven tu encanto
como el cielo a la luna entrante.

Yo contemplo asombrado
tu tardo desvanecimiento,
te vas haciendo albor lento
que abraza la mañana.

Y al fin te vas, como ola en la marea,
con la luna que te reclama entera
como si de ella te hubieras desprendido
para posarte una noche en mi cama.


(matías)

domingo, 16 de agosto de 2009

Puntos de vista

Frente a una bahía desolada
se posó un sol incandescente
un pájaro negro miraba la escena
detenido en su universo de pájaro.
El sol ave daba las gracias
a todas las avecitas novicias
que lo miraban
el mar se agitaba como el vacío
debajo del vuelo
los acantilados bermejos
traían consigo una patria de aves.
Frente a la misma bahía desolada
otro día o el mismo día
se posó un sol incandescente
un hombre breve miraba la escena
y detenido en su universo de hombre
la patria del pájaro usurpaba.

(matías)

miércoles, 12 de agosto de 2009

identidad/es

¿Quien hizo lo que los demás dejamos?
Esa tibieza verde en un pantano,
la irresolución y las dudas.

¿Quién hizo lo que apartamos?
¿Quién puso sus manos laboriosas,
para moldear el barro seco de la nada?

¿Quién vio lo que nosotros no vimos?
Esa avenida y nuestras espaldas,
los días que se abren sin tránsito.

¿Quién lloró las lágrimas que no lloramos?
Unos ojos desdoblados de agua temblando…
¿Acaso alguien lloró las lágrimas que no lloramos?

¿Quién fue lo que nosotros no fuimos?
¿Quién llenó aquella vacancia?
¿No son las sombras parte del suceso?

¿Cuántos fuimos no siendo?
¿Cuántos somos no estando?
¿Cuántos somos al mismo tiempo?

(matías)

martes, 11 de agosto de 2009

.

Un poeta nacido
en este primer siglo
después del veinte
es un oxímoron tan vital
y tan inexplicable
como poco frecuente

lunes, 10 de agosto de 2009

Apatía

Tu cara oscura, si se queda sin júbilo
desmonta sus facciones en el olvido
lava con estoicismo sus baldones
se nutre de los restos de un herido
y sobrevive.
Tu cara oscura, cuando anda sin ganas
emigra trémula de las decepciones
se conforma con escapar del naufragio
imposta una sonrisa templada
y sobrevive.
Tu cara oscura conserva siempre
el peor de los encantos
el más triste de todos los gestos:
aún en el peor de los momentos
quiero decir, aunque esté muriendo,
tu cara de sobreviviente
es incapaz del llanto.

(matías)

viernes, 7 de agosto de 2009

Lo que no se tiene

Tu luz, tu fantasma, se debaten
en una sombra que tiembla
de susto de inexistencia.
Tu fantasma se acuesta conmigo
y dura encendido la noche
como fuego, como lámpara,
como charco de alcohol
que arde en oblicuos azules.
En la mañana las cenizas del desorden
prueban la mística ausencia:
los lienzos blancos permanecen
colmados de luces tenues
deshechos en el suelo sin sombra.
Se pone el sol en lo alto del cielo
y transcurre el día lento apagado
con su luz tragaespectros.

Se hace de tarde luego, violeta hondo,
y el fantasma se mueve se dispone
desde cada infinito inhabitable.
Yo voy como un trotatiempos
errando por la dimensión difunta
que guarda la niebla
pero no te alcanzo.

Ya pasan las sombras por el piso como nubes
bajan las luces de la calle al piso
entra un aire umbroso por la ventana.
El cuarto se detiene, se suspende
se detienen los pasos, las copas
todo se desnuda y es fértil como el aire.
Entonces tu fantasma vuelve a mi lado
enfundado en las nuevas sombras
que trae consigo la noche casta
más nítido que jamás, más oscuro,
descubre tus ojos y los acuesta
en la tiniebla incierta de la memoria
y yo recuerdo que te alumbro
desde antes del recuerdo
desde antes de las palabras
con una triste candela apagada
la misma que puebla de fantasmas
esta soledad de solitario
esta misma soledad
tan llena de nada.

(matías)

miércoles, 5 de agosto de 2009

La inexistencia del ser

Ser es ir abandonando pesadamente
aquello que somos.
Sin más, somos nuestro propio extravío
nunca una suma o expansión,
puro despojo pleno de ausencia.
Somos lo que dejamos de ser
como fuimos esto
desde cuando nos nacieron.
Historia de abandonos encadenados
fugas orfandades desprendimientos
invisibles a unos ojos que no voltean
por temor a reflejarse en un pasado
que los tenga por muertos.
Por eso dar vida es evocar desamparo
en un otro ajeno
tan inocente como pronto culpable
de la misma irremediable violencia.
Ser es esculpir en el crudo mármol
nuestros propios nombres
y la imposibilidad de renunciar
al oficio de escultores.
El ser es inasible y paradójico
porque siempre está partiendo
y porque siempre está siendo
mientras deja de ser.


(matías)

El tiempo

¡Qué penetrantes son los atardeceres de los días de otoño!
¡Penetrantes hasta el dolor! Porque hay deliciosas sensaciones
donde lo vago no excluye lo intenso; y no hay punta más afilada
que la del infinito.

(Charles Baudelaire; fragmento de El ruego del artista en El spleen de París)

…el tiempo, heraldo del infinito hiere
sin arista, sin espolear siquiera la sangre
hiere lento acostado ausente detenido
como cerrazón de bosque, como frío.

(matías)

martes, 4 de agosto de 2009

Alguien nadie

Es un ciego de lo que todos ven
un sordo de lo que todos oyen
un mudo de lo que todos hablan
y a la vez, por no ser menos,
un vidente, un oyente, un hablante,
de lo que nadie, siquiera él, concibe.

(matías)

Luces y no y nada

En la claridad del ausente
retumba un trueno desdoblado
pasa indolente el recuerdo
al costado sombrío de la palabra.

La luz se vierte en colores ahuecados
la prenda de la memoria se opaca
el hambre urge en los estómagos del tiempo
el sol se come la casa.

Luego la noche, luna del pájaro secreto
hace hilo de luz lo eterno
el río negro de almas, no hay piedras,
se eleva a un astro de incienso.

La fuga se perpetúa en la estrella.
La claridad golpea el instante
que se vacía fugaz y se muere
en un absorbo de luminosidad y oscuridades.

(matías)

sábado, 1 de agosto de 2009

Desprendimiento

Advertí en tus ojos los astrales luceros del alba
todos pintados de un color ocre postrero
que perdura en la noche como luna abstracta.
Divisé el alerce disuelto en un negro profundo
aquel árbol que atestiguó el gesto taciturno
de primera vez amarnos en tus ojos ambidiestros.
Advertí una lejanía constante como astro o estrella
y silenciosa en su distancia de arena y ondulaciones
una mariposa clavada en la acuosa greda.
Esmerando sus alas al lacónico filo del bosque
violentando la cristalina frontera
para saltar como lágrima al filo del mundo.
Presentí en tus esferas de piélago profundo
una mano del tiempo apostada en la fuga
y un amor venidero desvanecido en su palma
devuelto del alma, como pálida espuma.

(matías)

Pensaba

La materia con su entropía, esas largas guerras entre
el cuerpo y el tiempo, nos tira a un lecho baldío
para componer la memoria de a pedazos de olvidos
y llenar la inexistencia de futuros y esperanzas.

Sin embargo, con lo que tenemos apenas alcanza
para esperanzarnos, para hacernos compañía,
para amanecer un día y sentirnos menos solos,
apenas si alcanza para amanecer un día...

(matías)

Profecía

Se caerá la falsa efigie
de esta lengua que vibra
en los soles constantes.

Rodará por el tiempo
hasta resbalar del mundo
y dejar todo innominado.

La angustia, la lluvia, la pena,
el color rojo, lo feliz, lo solo.

Tu rostro y tu cuerpo unidos,
el horror, la dicha, el espanto.

Se echará la lengua por los mares,
alfabetos viajeros navegantes,
y desnuda quedará la tierra.

Desnuda como tu pecho y el cielo.
Desnuda como piedra y arrayanes.
Desnuda como el beso que nunca nos damos.
Abismal y desnuda como tu amor sin idioma.

(matías)

jueves, 30 de julio de 2009

mis continuidades

Si en la última mirada
reconozco estremecido la primera
vendrás a yacer conmigo
otra noche más, una definitiva
donde los ojos ya no miran
y nosotros ya no estamos.
O será que en lo que escribo
las cosas se empecinan
en no terminar de irse nunca

(matías)

martes, 28 de julio de 2009

sábado, 25 de julio de 2009

Acerca del amor

En esa sombra

Si a una sombra emigra
si a una sombra
todo el amparo del mundo
toda la libertad el aire
el pájaro el crepúsculo
lo que no cabe
y esa sombra de tu rostro
debajo de mi mano
es guarida del tiempo
patria de exilios
compasión del mundo
más que pupila dormida
o párpado cerrado
o mejilla hundida
en esa sombra entonces
es el amor
en esa sombra

(matías)

El primero, el que da nombre

La afición a la nada

Hosco espíritu, otrora de la lucha prendado,
la Esperanza, que ayer aguijaba tu ardor,
¡ya no quiere espolearte! Échate sin pudor,
viejo rocín que en todo escollo has tropezado.

Resígnate, alma mía; duerme un sueño pesado.

¡Para ti ya no cuentan, viejo merodeador,
ni el amor ni el combate, espíritu burlado!
¡Adiós cantos de cobre y pífano hechizado!
¡No tentéis más, placeres, a un alma sin calor!

¡La Primavera dulce ha perdido su olor!

Y el Tiempo me devora segundo a segundo,
como la nieve inmensa a un cuerpo ya sin vida;
contemplo, desde lo alto la redondez del mundo,
¡y ya en él ni una cueva puede darme guarida!

Avalancha, ¿me quieres llevar en tu caída?


(Charles Baudelaire)