Te doy la sangre, sí.
Desmiembro la cabra
la mutilo, la corto,
te la ofrendo.
Desmiembro el alma, sí.
y enciendo un fuego
Que tiene tu rostro.
(matías)
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Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
(Aquí yace un pájaro.
q bonito estoy orgullsa de voz ba q voy a decir
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