En el único sueño no concebido
fuiste el alma que soñó al mundo
desde la nada, como un fuego.
Así fundada la razón del tiempo,
la noche en que nada permanece
te encontró ceniza,
y despertaste de cara a la sombra.
Ahora concibo un sueño de vos.
Tengo el fantasma difuso
de haber asistido a tu presencia
antes de que vaciaras el mundo
antes de que duela este vacío
como el dolor de espalda
que violentamente me despierta.
(matías)
viernes, 14 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario