Vistas de página en total

viernes, 28 de mayo de 2010

Te doy la sangre

Te doy la sangre, sí.
Desmiembro la cabra
la mutilo, la corto,
te la ofrendo.
Desmiembro el alma, sí.
y enciendo un fuego
Que tiene tu rostro.

(matías)

viernes, 14 de mayo de 2010

Ensueño

En el único sueño no concebido
fuiste el alma que soñó al mundo
desde la nada, como un fuego.
Así fundada la razón del tiempo,
la noche en que nada permanece
te encontró ceniza,
y despertaste de cara a la sombra.

Ahora concibo un sueño de vos.
Tengo el fantasma difuso
de haber asistido a tu presencia
antes de que vaciaras el mundo
antes de que duela este vacío
como el dolor de espalda
que violentamente me despierta.

(matías)

martes, 11 de mayo de 2010

Motivos

Porque el mundo está ahí, si nosotros no estamos.
Porque el mundo para nosotros no es el mundo.
Porque el mundo es una palabra,
Y somos nosotros haciendo con palabras el mundo.
Porque escribo para hacerlo, cada vez, de nuevo.
Porque escribo lo que me falta.
Porque llueve y hace frío en la casa.
Porque enciendo el televisor y estoy solo.
Porque van así ya muchas madrugadas.
Porque el desamparo tiene tu nombre y tu rostro.
Porque el desamparo no está aquí, en mi silencio.
Porque el desamparo no es un estado de la conciencia
O un hueco del ánimo.
Porque tiene una dimensión concreta y urgente.
Porque me estoy muriendo, y te muero en el alma.
Porque sé que nos estoy matando tristemente.
Porque la muerte no es la muerte.
Porque la muerte somos nosotros haciendo la nada.
Porque lo poco que tengo te lo doy, y no alcanza.
Porque todo podría ser de otro modo.
Porque podrías no haber sido
Y sin embargo, tuviste que ser para algo.
Porque te llevo en el cuerpo para siempre.
Porque te llevo para algo.
Y porque voy a morirme, sin saberlo.

(matías)

sábado, 1 de mayo de 2010

Jueves

Jueves, te pusiste el viernes sobre la espalda.
Afuera el parpado frustrado del día se cierra
y se lleva consigo las últimas ruinas de un aura
quiescente como niebla en la niebla.
Sobre la mesa el café y un estado de ánimo
emanan los mismos vapores rendidos al aire.
Hoy es jueves de febrero en un pájaro
que canta en marzo una melodía inexistente.
Todas las colecciones posibles para mí
saltan desde los armarios íntimos del tiempo.
Series de mariposas anaranjadas
muestrarios, álbumes, conjuntos, antologías
órdenes perfectos alterados por el sentido
que desordena, a su modo.
Es que hoy, día viernes, me puse sobre la espalda
el espíritu de una crisálida permanente
y heredé, con todo el cuerpo, el haz mortecino
en que el ocaso últimamente se desarma.
Puedo ver cómo las consecuciones van por los muros
por las rejas, por los hombres, por las casas.
La gente se saluda como dos conocidos,
las calles repiten exactas
los gestos de siempre en sus rostros.
Las nubes, los almacenes, un árbol
todo se constata lo mismo.
Ya es viernes, y el universo sigue estando aquí,
como está la vigilia después del sueño,
o como llega el sueño, detrás del alba.

(Matías)