Qué hambre debe tener el absurdo
para tragar tanto
para engullir tantas noches vacías
tantas de estas soledades
desabridas y vagas
en las que uno no sabe
si el problema es un lugar
o son todos los lugares
soledades para las que el exilio
no cuenta
ni cuentan los arraigos
estas soledades lánguidas y ubicuas
que se dispersan fantasmales
que todo lo empapan
con su atmósfera de domingo
con su pullover frío y mojado
y las llevamos en los ojos
para todas partes
Qué hambre debe tener el absurdo
para que yo escriba
y tragar mis letras a caudales
y dejarme triste síntoma de la vida
qué hambre para alejarnos tanto
qué voracidad implacable y lenta
hambre de trabajos
hambre de viajes
hambre de horizontes cansados
de ganas y de sueño perdido
de besos y despedidas fugaces
hambre de reuniones familiares
de amigos de fotos
hambre de estar allá
en tal o cual lado
haciendo alguna cosa
hambre de todo
hambre de nada
debe estar lleno de hambre el absurdo
chorreando rabia por los ojos
espuma por sus fauces
para sacarnos de nosotros mismos
y enseñarnos la finitud de nuestras inmensidades
lo tontos que somos ahí sentados
derramando una lágrima
pero nosotros no lloramos de nada
como llora el absurdo
nosotros lloramos de hambre
aunque nos devoren los momentos
tenemos la misma hambre
o una más urgente todavía
no lloramos de falta
no somos glotones de ausencia
lloramos de hambre aunque nos traguen
tenemos un hambre más noble
un hambre de chances y disparates
de azares, abrazos y aventuras
hambre de que los planes, por fin, nos salgan
y de estar menos solos con nuestras soledades
tenemos un hambre de tiempo también
de que las cosas no pasen
tenemos hambre de futuro
hambre de amor
hambre de verdades
tenemos esto que ahora mismo somos
y mientras nos tengamos
tendremos suficiente hambre
para comernos todo el absurdo
que a cada segundo nos traga.
(matías)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


Creo haberte dicho ya que me encanta leerte. Aunque a veces pase silenciosa, te visito seguido (ja). Será porque siento que sabés jugar con nuestras angustias y porque así duelen menos...
ResponderEliminarBesote!
Si el mundo no da satisfacción auténtica tengamos fé en que la poesía lo hará.
ResponderEliminar