Una vez oí un sonido irrepetible
que no pude nombrar nunca
se vació de rostro
se escapó de la historia
una mañana fría
Cruje una rama, crepita un fuego
golpea una gota contra la chapa
y lo busco, pero nada
Una vez oí un sonido irrepetible
la tengo todavía en mi ternura
es decir que no la tengo
un abrazo abierto
un beso respirado entre bocas
intactas, a lo sumo,
pero nada
Sin embargo, un segundo la tuve
irrepetible y sonora
me hizo temblar
en un silencio
Ahora casi nunca tiemblo
algunas músicas que no existen
me hacen pensarla
Una vez la oí en un sonido
que permaneció sujetado
a una huella inmóvil del tiempo
Es tan triste quedarse así
sordo de los afectos
y ver al alma triste dando
últimos manotazos de ahogada
(matías)
domingo, 20 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Orfandades
Toda belleza es huérfana y desea,
bellamente, regresar desde sus orfandades
La tierra estuvo antes del polvo
y aun después continuó estando
el río dio loco contra el primer peñasco
y saltó a la luz una espuma macilenta
apagada como lágrima de un ojo
Una tarde de jueves y otoño cansado
yo nací a la memoria
nací al olvido
y sigo todavía naciendo
como el polvo indefenso
como la espuma huérfana del río
en la búsqueda de todos los vientres
que un día no me albergaron.
bellamente, regresar desde sus orfandades
La tierra estuvo antes del polvo
y aun después continuó estando
el río dio loco contra el primer peñasco
y saltó a la luz una espuma macilenta
apagada como lágrima de un ojo
Una tarde de jueves y otoño cansado
yo nací a la memoria
nací al olvido
y sigo todavía naciendo
como el polvo indefenso
como la espuma huérfana del río
en la búsqueda de todos los vientres
que un día no me albergaron.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Estoy trabajando
Para ella trabajo ahora
nada más que para ella
ni para la posteridad
ni para la poesía
para ella
trabajo desde el crepúsculo
hasta el pájaro
abnegado solitario
con la lluvia golpeando
en mis papeles
y el viento azotando
los postigos del alma
Trabajo para ella
debajo de su intemperie
o de su escaparate
como si no hubiera nada
más allá de sí
la hago mientras ando
cuando camino
cuando sueño
y aún respirando
la sigo haciendo
a cada bocanada
con cada pulso
cuando late conmigo
cuando tiemblo con ella
y de ella
no hago más que darle nombre
en mi cuerpo
formarla en mi sangre
incrustarla en los huesos
Para ella trabajo
tengo palabras de su pelo
palabras de sus ojos
trabajo para salvarla
ni siquiera para mí
trabajo para ella
para darle un cielo
un refugio un amparo
para echarla a que ande
quiero que ella no esté aquí
cuando todo pase
Para eso estoy trabajando
para que sea sencillamente feliz
para que no se muera
para evitarle los domingos
los ómnibus y los pies mojados
y ese segundo de sentirse vencida
en el eco triste de un cuarto
Estoy dispuesto a asumir
todos sus dolores y nostalgias
aún en su ausencia
en lo que tienen de suyo
mis soledades
trabajo de sentir frío
para abrigarla
ustedes van a entenderme
trabajo para ella
y cuando digo trabajar
quiero decir, amarla
(matías)
nada más que para ella
ni para la posteridad
ni para la poesía
para ella
trabajo desde el crepúsculo
hasta el pájaro
abnegado solitario
con la lluvia golpeando
en mis papeles
y el viento azotando
los postigos del alma
Trabajo para ella
debajo de su intemperie
o de su escaparate
como si no hubiera nada
más allá de sí
la hago mientras ando
cuando camino
cuando sueño
y aún respirando
la sigo haciendo
a cada bocanada
con cada pulso
cuando late conmigo
cuando tiemblo con ella
y de ella
no hago más que darle nombre
en mi cuerpo
formarla en mi sangre
incrustarla en los huesos
Para ella trabajo
tengo palabras de su pelo
palabras de sus ojos
trabajo para salvarla
ni siquiera para mí
trabajo para ella
para darle un cielo
un refugio un amparo
para echarla a que ande
quiero que ella no esté aquí
cuando todo pase
Para eso estoy trabajando
para que sea sencillamente feliz
para que no se muera
para evitarle los domingos
los ómnibus y los pies mojados
y ese segundo de sentirse vencida
en el eco triste de un cuarto
Estoy dispuesto a asumir
todos sus dolores y nostalgias
aún en su ausencia
en lo que tienen de suyo
mis soledades
trabajo de sentir frío
para abrigarla
ustedes van a entenderme
trabajo para ella
y cuando digo trabajar
quiero decir, amarla
(matías)
domingo, 6 de diciembre de 2009
Hambres
Qué hambre debe tener el absurdo
para tragar tanto
para engullir tantas noches vacías
tantas de estas soledades
desabridas y vagas
en las que uno no sabe
si el problema es un lugar
o son todos los lugares
soledades para las que el exilio
no cuenta
ni cuentan los arraigos
estas soledades lánguidas y ubicuas
que se dispersan fantasmales
que todo lo empapan
con su atmósfera de domingo
con su pullover frío y mojado
y las llevamos en los ojos
para todas partes
Qué hambre debe tener el absurdo
para que yo escriba
y tragar mis letras a caudales
y dejarme triste síntoma de la vida
qué hambre para alejarnos tanto
qué voracidad implacable y lenta
hambre de trabajos
hambre de viajes
hambre de horizontes cansados
de ganas y de sueño perdido
de besos y despedidas fugaces
hambre de reuniones familiares
de amigos de fotos
hambre de estar allá
en tal o cual lado
haciendo alguna cosa
hambre de todo
hambre de nada
debe estar lleno de hambre el absurdo
chorreando rabia por los ojos
espuma por sus fauces
para sacarnos de nosotros mismos
y enseñarnos la finitud de nuestras inmensidades
lo tontos que somos ahí sentados
derramando una lágrima
pero nosotros no lloramos de nada
como llora el absurdo
nosotros lloramos de hambre
aunque nos devoren los momentos
tenemos la misma hambre
o una más urgente todavía
no lloramos de falta
no somos glotones de ausencia
lloramos de hambre aunque nos traguen
tenemos un hambre más noble
un hambre de chances y disparates
de azares, abrazos y aventuras
hambre de que los planes, por fin, nos salgan
y de estar menos solos con nuestras soledades
tenemos un hambre de tiempo también
de que las cosas no pasen
tenemos hambre de futuro
hambre de amor
hambre de verdades
tenemos esto que ahora mismo somos
y mientras nos tengamos
tendremos suficiente hambre
para comernos todo el absurdo
que a cada segundo nos traga.
(matías)
para tragar tanto
para engullir tantas noches vacías
tantas de estas soledades
desabridas y vagas
en las que uno no sabe
si el problema es un lugar
o son todos los lugares
soledades para las que el exilio
no cuenta
ni cuentan los arraigos
estas soledades lánguidas y ubicuas
que se dispersan fantasmales
que todo lo empapan
con su atmósfera de domingo
con su pullover frío y mojado
y las llevamos en los ojos
para todas partes
Qué hambre debe tener el absurdo
para que yo escriba
y tragar mis letras a caudales
y dejarme triste síntoma de la vida
qué hambre para alejarnos tanto
qué voracidad implacable y lenta
hambre de trabajos
hambre de viajes
hambre de horizontes cansados
de ganas y de sueño perdido
de besos y despedidas fugaces
hambre de reuniones familiares
de amigos de fotos
hambre de estar allá
en tal o cual lado
haciendo alguna cosa
hambre de todo
hambre de nada
debe estar lleno de hambre el absurdo
chorreando rabia por los ojos
espuma por sus fauces
para sacarnos de nosotros mismos
y enseñarnos la finitud de nuestras inmensidades
lo tontos que somos ahí sentados
derramando una lágrima
pero nosotros no lloramos de nada
como llora el absurdo
nosotros lloramos de hambre
aunque nos devoren los momentos
tenemos la misma hambre
o una más urgente todavía
no lloramos de falta
no somos glotones de ausencia
lloramos de hambre aunque nos traguen
tenemos un hambre más noble
un hambre de chances y disparates
de azares, abrazos y aventuras
hambre de que los planes, por fin, nos salgan
y de estar menos solos con nuestras soledades
tenemos un hambre de tiempo también
de que las cosas no pasen
tenemos hambre de futuro
hambre de amor
hambre de verdades
tenemos esto que ahora mismo somos
y mientras nos tengamos
tendremos suficiente hambre
para comernos todo el absurdo
que a cada segundo nos traga.
(matías)
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